Ignacio de Antioquia contra los Judaizantes
CARTA DEL SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA CONTRA LAS HEREJIAS DE LOS JUDAIZANTES
"Antiguas herejías, condenadas hace mucho tiempo por la Iglesia, se están presentando constantemente como nuevos descubrimientos." Louis Berkhof (1873-1957) "Historia de las doctrinas cristianas"
«Por esto, siendo así que hemos pasado a ser sus discípulos, aprendamos a vivir como conviene al cristianismo. Porque todo el que es llamado según un nombre diferente de éste, no es de Dios. Poned pues a un lado la levadura vieja que se había corrompido y agriado, y echad mano de la nueva levadura, que es Jesucristo. Sed salados en Él, que ninguno de vosotros se pudra, puesto que seréis probados en vuestro sabor. ES ABSURDO HABLAR DE JESUCRISTO Y AL MISMO TIEMPO PRACTICAR EL JUDAÍSMO. Porque el cristianismo no creyó en el judaísmo, sino el judaísmo en el cristianismo, en el cual toda lengua que creyó fue reunida a Dios.» [IGNACIO de Antioquía, Carta a los Magnesios 10. Ropero, Alfonso. Lo Mejor de los Padres Apostólicos, ed. Clie]
«No os dejéis seducir por doctrinas extrañas ni por fábulas anticuadas que son sin provecho. Porque si incluso en el día de hoy vivimos según la manera del judaísmo, confesamos que no hemos recibido la gracia; porque los profetas divinos vivían según Cristo Jesús… Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos niegan –un misterio por el cual nosotros obtuvimos la fe, y por esta causa resistimos con paciencia, para que podamos ser hallados discípulos de Jesucristo, nuestro solo maestro–» [IGNACIO de Antioquía, Carta a los Magnesios. 8, 9. Ropero, Alfonso. Lo Mejor de los Padres Apostólicos, ed. Clie]
«Pero si alguno propone el judaísmo entre vosotros no le escuchéis, porque es mejor escuchar el cristianismo de uno que es circuncidado que escuchar el judaísmo de uno que es incircunciso. Pero si tanto el uno como el otro no os hablan de Jesucristo, yo los tengo como lápidas de cementerio y tumbas de muertos, en las cuales están escritos sólo los nombres de los hombres. Evitad, pues, las artes malvadas y las intrigas del príncipe de este mundo, no suceda que seáis destruidos con sus ardides y os debilitéis en vuestro amor. Sino congregaos en asamblea con un corazón indiviso.» [IGNACIO de Antioquía, Carta a los Filadelfios 6. Ropero, Alfonso. Lo Mejor de los Padres Apostólicos, ed. Clie]
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