Consejo Bíblico para la Apología Cristiana

DEBEMOS HABLAR LA VERDAD EN AMOR, NO CALLAR LA VERDAD POR "AMOR", CALLAR NO ES AMOR ES INDIFERENCIA


No debemos ver a otra persona que está en error doctrinal como un enemigo sino como alguien necesitado de luz y de verdad, si es alguien que sinceramente busca de Dios, es seguro que respetará La Palabra de Dios y si no la acepta por lo menos investigará al respecto estudiando La Biblia para comprobar lo que ha escuchado, por ello es importante que expongamos la verdad con paciencia y mansedumbre, no con ataques, ofensas o insultos, esto no solo no convence a nadie sino que pone de manifiesto que aunque pudiéramos tener la verdad en nuestra mente, no tenemos el amor de Dios en nosotros y que la verdad que conocemos no somos capaces de aplicarla a nuestra propia vida. Si al exponer la verdad alejamos a la otra persona de Cristo hemos fracasado, el fin de una discusión en cuestiones de fe NO es ganar la discusión, sino mostrar la Verdad de Dios a las personas, NO es nuestra propia gloria la que buscamos, sino la Gloria de Dios. Es importante recordar que NO somos nosotros quienes convencemos a las personas, es El Espíritu de Dios quien debe convencerlos de la Verdad por medio de Las Escrituras.

Incorrectamente se ha enseñado en las Iglesias que no debemos juzgar las doctrinas o a los predicadores, se ha enseñado que no debemos confrontar a las personas ni con su error ni con su pecado porque no es amoroso, se nos ha dicho que no debemos ser contenciosos y para evitarlo es mejor el silencio total, y se ha enseñado que la verdad no viene por el estudio dedicado de Las Escrituras sino por una experiencia mística que nos da un conocimiento sobrenatural que nos hace aceptar “nuestra verdad” aunque no la comprendamos ni seamos capaces de explicarla, LA BIBLIA NO ENSEÑA ESO. Todas estas ideas son simplemente excusas para NO estudiar La Palabra de Dios y darle apariencia de piedad a nuestra negligencia en cuanto a lo que Dios nos manda en Su Palabra. Vemos ejemplo en los profetas del A.T. en nuestro Señor Jesucristo, en sus apóstoles y en los hombres que Dios utilizó para llevar a cabo la Reforma Protestante de lo que es hablar la Verdad de Dios valientemente.

1ª.Pedro 3:15 nos dice que debemos estar preparados para responder con mansedumbre y reverencia ante todo aquel que nos pida razón de la esperanza que hay en nosotros (nuestra fe), Efesios 4:15 nos dice que debemos hablar la verdad en amor, Santiago 5:19-20 nos dice que si alguien se ha extraviado de la verdad y alguno le hace volver, quien le hace volver salvará de muerte un alma y cubrirá multitud de pecados y 2ª. de Timoteo 2:24-26 nos dice que el siervo del Señor no debe ser contencioso sino apto para enseñar que con mansedumbre corrija a quienes se oponen por si acaso Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad y escapar del lazo del diablo (error doctrinal) en que se encuentran cautivos a voluntad de él. Aquí vemos claramente la distinción entre ser contencioso y corregir adecuadamente (con mansedumbre, paciencia y respeto) a quienes se oponen. Y en Mateo capítulos 7 y 18 se nos muestra la forma de tratar con alguien que está en pecado, primero debemos limpiar nuestro ojo para poder ver con claridad y AYUDAR a los demás a limpiarse ellos (Mateo 7:1-5) y al confrontar a alguien debe ser estando solos (Mateo 18:15), la idea es ayudar NO avergonzar.

Como creyentes haríamos bien en memorizar estos versículos para tenerlos presentes al momento de una discusión en cuestiones de fe, y sobre todo haríamos bien en estudiar la Biblia de manera sistemática y en su debido contexto para poder contender ardientemente por la fe que nos ha sido dada de una vez y para siempre (La Biblia) Judas 1:3. Contender ardientemente significa hacerlo sin descanso y valientemente, no de manera violenta, ofensiva o con odio, ante TODO debemos siempre mostrar el carácter de Cristo y hacerlo todo para la Gloria de Dios.

No es AMOR callar ante el error doctrinal de otra persona, es INDIFERENCIA. Si amamos a nuestro prójimo deberíamos querer lo mejor para él, y si creemos tener la verdad y estar siendo bendecidos por ese conocimiento ¿no sería natural que quisiéramos compartirlo con alguien que no lo tiene?, aún más si vemos a otra persona creyendo una doctrina que la aparta de Dios o le impide vivir una vida cristiana plena, ¿no sería más amoroso sacarla BIBLICAMENTE de su error?, sobre todo recuerde que NO es su opinión o mi opinión la que cuenta, sino lo que Dios dice en Su Palabra, si busca edificar a otra persona, guíelo a La Palabra de Dios, presente sus bases Bíblicas y asegúrese que está utilizando el pasaje en su debido contexto, sea paciente, y pida a Dios que usted pueda mostrar la misma Gracia y Misericordia que usted ha recibido de Dios.

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