Que significa realmente "No juzguéis, para que no seáis juzgados."

Que significa realmente "No juzguéis, para que no seáis juzgados."


Generalmente cuando se habla de un predicador que proclama falsas enseñanzas, doctrinas erróneas o tuerce las escrituras a su conveniencia, la gente que simpatiza con dicho predicador, cita este pasaje de Mateo capítulo 7 y verso 1, pero en el mismo capítulo 7 versos 15 y 16 vemos la importancia de guardarnos de los falsos profetas y nos dice que los reconoceremos por sus frutos, ¿Cómo podríamos hacer esto sin juzgar su enseñanza y su vida? Además, vemos que Bíblicamente es tenido por Más Noble quien juzga la enseñanza que escucha (Hechos 17:10-11). También vemos que no debemos juzgar solamente la enseñanza sino a quien enseña (Apocalipsis 2:1-2). E incluso vemos que es Bíblico señalarlos por nombre (1ª. Timoteo 1:20; 2ª. Timoteo 2:17; 3ª. Juan verso 9), Cristo lo hizo con Herodes, con los fariseos y los escribas, Juan el Bautista denunció a Herodes y a los líderes religiosos, Pablo a los falsos maestros en Éfeso y Gálacia, Juan el apóstol a Diotrefes. Es importante aclarar que cuando se trata de pecados personales en el que un creyente peca contra otro, hay un orden a seguir (Mateo 18) y en todo caso es la Iglesia local quien debe juzgar al pecador y no hacer público su pecado (1ª. Corintios 5:1-5) a menos que el ofensor no muestre arrepentimiento y deba ser excluido de la comunión de la Iglesia. Tampoco debemos caer en el error de condenar, pues solamente Dios conoce las intenciones del corazón y al final será Él quien juzgue para aprobar o condenar a tal o cual persona; una cosa es juzgar la enseñanza y los frutos de alguien que proclama ser ministro de Cristo y otra cosa es condenarlo y asegurar que dicha persona está perdida irremediablemente, el ladrón de la cruz se arrepintió y fue salvo en el último momento. El equilibrio consiste en exponer sus falsas enseñanzas a la luz de La Palabra como advertencia a los demás, pero orar porque ellos mismos lleguen al conocimiento de la verdad y la verdad los haga libres.

Cuando nos dice “No juzguéis”, pero hace la advertencia “para que no seáis juzgados”, es porque en la medida que medimos y juzgamos seremos medidos y juzgados nosotros mismos, está diciendo que si nosotros llevamos una vida injusta y pecaminosa no podemos juzgar a otros porque lo haríamos de manera hipócrita. Esto es mucho más claro cuando vemos los versos 3 al 5, donde nos pregunta por qué vemos la paja en el ojo ajeno cuando tenemos una viga en el propio, y nos dice que no podemos ver claramente con nuestro pecado para corregir a otros, hasta que hayamos sacado ese pecado de nosotros y entonces veamos con claridad para ayudar a nuestro hermano (verso 5). La comparación entre una viga (nuestro pecado) y paja (el pecado del otro), no se refiere a que un pecado sea mayor que el otro, todos los pecados son ofensa a Dios, se refiere a que para nosotros mismos el juzgar nuestro propio pecado debe ser mucho más importante que juzgar los pecados ajenos. Una vez más es importante aclarar que aquí está hablando de pecados personales, no de doctrinas. Es necesario aclarar que esto tampoco se refiere a tener una actitud pasiva e indiferente acerca de la maldad y la injusticia del mundo, es necesario que los creyentes permanezcamos firmes en la verdad de las Escrituras y en la justicia, y denunciar las practicas del mundo llamándolas lo que Dios las llama: PECADO. Advertir a quienes las practican de que hay un juicio eterno y un lugar de condenación eterna NO es falta de amor, al contrario, la persona que más habló acerca del infierno fue nuestro Señor Jesucristo y no ha existido nadie más amoroso que El. Cuando un creyente prefiere guardar silencio acerca del aborto, homosexualidad, matrimonios entre personas del mismo genero, etc. está demostrando que su prioridad NO es agradar a Dios, sino a los hombres.

A la luz de La Palabra vemos que NO debemos juzgar de manera hipócrita (Rom.2:1); no debemos juzgar según las apariencias (Jn.7:24); no debemos juzgar al hermano de débil conciencia (Rom.14:1-5); no debemos juzgar el servicio o la obra de otro hermano (1ª.Co.4:1-5) se entiende por obra todo servicio que este apegado a lo que ordena la Biblia, no debemos juzgar su obra en cuanto a cantidad o calidad, será El Señor quien lo juzgue en su venida y cada uno dará cuenta al Señor de cómo administro sus talentos (Mat.25:15-30); y finalmente no debemos juzgar a un hermano hablando mal de él (Stg. 4:11-12), este pasaje se refiere a juzgar emitiendo juicio de condenación, lo cual le corresponde únicamente a Dios. Pero en cuanto a juzgar las falsas doctrinas y los falsos maestros o falsos profetas es un deber y obligación de todo creyente, ejercitar discernimiento en base a La Biblia, para no ser engañado y poder ayudar a otros a salir de su error (Santiago 5:19-20).

Autor de Escrito: Breve Comentario Bíblico Predica La Palabra (Lo Invito que vaya a la Pagina de Facebook en este Link de la Pagina: Breve Comentario Bíblico Predica La Palabra

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